Mateo, un heroico niño de 12 años, fue diagnosticado con meduloblastoma, un tumor cerebral, en noviembre de 2018. Los médicos pudieron extirpar la mayor parte del tumor. El resto del tumor fue tratado con radioterapias en dosis máximas y varios tratamientos de quimioterapia. Mateo luego continuó su recuperación a través de la rehabilitación, ya que había perdido la movilidad de todo su hemisferio izquierdo.

 

 

En Chile, Mateo y su familia acudieron a una clínica para obtener una segunda opinión médica. Allí fue atendido por un neurocirujano, quien también determinó que el tumor recurrente no era operable. Después de revisar una muestra de biopsia realizada en 2018, se concluyó que Mateo tenía un tumor menos riesgoso, lo que potencialmente podría abrir algunas opciones de tratamiento.

 

Actualmente, Mateo reside en Miami con su madre, Lissette, para seguir recibiendo tratamientos para su tumor.